martes, 23 de diciembre de 2014

EJERCICIOS DE LUZ. 2° PARTE



(Del libro: “Manual de Ejercicios Pleyadianos de Luz”.
Ejercicios útiles que pueden servir a los estudiantes)


2º PARTE: AUTOSANACIÓN Y DESPEJAMIENTO


         Temas tratados en esta 2° parte:

1-  Despejamiento con ‘rosas’.
2-  Despejamiento de los chakras.



Las técnicas ofrecidas en este capítulo pretenden incre­mentar tu capacidad de auto-sanación y auto-despejamiento de un modo fácil y eficiente a medida que avanzas en tu crecimiento espiritual normal y en la expansión de tu conciencia. Los Ejercicios Pleyadianos de Luz, que em­piezan en el capítulo siguiente, además de acelerar el crecimiento y expansión espirituales, también acelerarán el afloramiento de pautas kármicas, pensamientos y creen­cias que precisen ser despejados, además de bloqueos de energía de diversas fuentes. A veces es posible que te veas trabado en imágenes pasadas, emo­ciones reprimidas o pensamientos negativos. Cuando sur­jan éstos u otros problemas, pueden resultar valiosas y capacitadoras las herramientas de autoayuda presentadas aquí.
Se recomienda vivamente, por lo tanto, que te moles­tes en aplicar los siguientes métodos de entrenamiento como preparación para enfrentarse a lo que surja en tu proceso de despejamiento del modo más fácil y elegante posible. La liberación desencadenada por los Ejercicios Pleyadianos de Luz y la continua evolución espiritual no sólo se dan durante las sesiones, sino que a menudo tam­bién después. Al abrirse a frecuencias cada vez más altas de las energías Ka (solar) y del Yo Superior, las energías más densas contenidas en tu cuerpo y aura se «consumen» de modo natural. Cuanto más eleves el nivel vibratorio, se producirá un mayor «consumo» --o «fuego interno».

A medida que madures espiritualmente, empezarás a reconocer este consumo como liberación y transmutación de energías pasadas y te identificarás cada vez menos con ellas. Las cuestiones que surjan durante o después de las sesiones de sanación ya no tendrán tanta importancia. Aunque a veces se vean intensificadas por el influjo de energías vibratorias superiores, te encontrarás más capaz de preguntar: «¿Qué necesito aprender de esto?» en lu­gar de reproducir escenas de tu vida diaria como si fueran reales. Utilizarás tu habilidad de auto-sanación y despe­jamiento para ocuparte de estas cosas y seguir adelante. Esta es la gracia natural que se adquiere con la experien­cia; las técnicas efectivas son parte de esa gracia.
Piensa en el tiempo y en la energía que inviertas en el aprendizaje de las técnicas de este capítulo como una inversión en un futuro más pacífico y lleno de gracia.


Despejamiento con rosas

(Aclaración: El empleo del símbolo de la rosa para meditar puede tener diferentes significados u objetivos.Si la meditación se centra en el símbolo mismo de la ROSA, este será un tipo de Raja Yoga, es decir una manera de entrar en una esencia de energía superior del Ser, a través del símbolo en el cual se medita. Ya fue ofrecida una meditación de este tipo en otro blog. Pero en este capítulo, las rosas se emplean con otra intención, la de "despejamiento" y limpieza energética. Todo depende de la "intención" con que se emplee el símbolo).

La visualización y el despejamiento psíquico utilizando imágenes etéricas de rosas llevan siendo de uso corriente durante al menos varios siglos. Según mis recuerdos de vidas pasadas el uso de rosas en prácticas espirituales se remontan al siglo XII. Ciertamente, es posible que el despejamiento con rosas se remonte aún más atrás. La 'rosa' como símbo­lo de sanación es una herramienta muy efectiva en el pro­ceso de despejamiento propio y de otras personas.
Así como ‘el loto’ se ha utilizado a través de las eras como símbolo de iluminación, la rosa se ha utilizado para simbolizar y presentar “la pureza del Ser” dentro de uno mismo. Lo que esto significa es que las rosas tienen la capacidad de eliminar las energías antinaturales y ajenas al ‘Ser Intimo’, ajenas a tu modo de ser esencial e inherente que se encuentren dentro de tu campo energético.
Por ejemplo: Si sientes congestión en el chakra del corazón y sospechas que se debe a que has absorbido el desequilibrio energético de otra persona, puedes liberar la energía ajena con una rosa. Limítate a colocar la imagen de una gran rosa abierta en el chakra del corazón y, con la imagen de la persona en su interior, deja que la rosa se llene de la energía ajena. Después, elimina de tu chakra del corazón la rosa llena de la energía de la otra persona, envía la rosa al exterior de tu aura, incluso al exterior del edificio en que te encuentres, y visualízala disolviéndose, vaporizándose o, simplemen­te, haciendo «puf». La energía de la otra persona se disol­verá con la rosa. (Al desaparecer la rosa, la energía expul­sada del chakra del corazón se neutraliza y vuelve a la persona a la que pertenece).
Esta técnica se llama «soplar rosas».

Date cuenta de que siempre es importante que so­ples las rosas en el exterior de tu campo áurico. Si disuel­ves la rosa dentro de tu aura, la energía de la otra persona se neutralizará un poco, pero aún la tendrás en el interior de tu espacio.
En otras palabras, si absorbes los miedos de otra per­sona hacia el chakra del corazón y luego extraes el miedo hacia una rosa para devolvérselo, lo que la persona recibe no es miedo sino energía emocional ‘neutralizada’. La per­sona a la que devuelves la energía es libre de hacer con ella lo que desee. Puede volver a convertir la energía en miedo o elegir utilizarla de algún otro modo. Te liberas de la energía de un modo tan suave que no magnetizará nin­gún karma de esa persona.
Algunos métodos psíquicos o espirituales enseñan téc­nicas como la colocación de espejos alrededor de la ener­gía o alrededor de la otra persona para que el espejo de­ vuelva al intruso el reflejo de lo que te fue enviado, pero diez veces más fuerte. Otros te enseñarán a formar una bola con la energía y devolverla al intruso psíquico. Estos tipos de prácticas te hacen caer en la ‘guerra psíquica’ y generan karma. Cualquier práctica que pueda causar daño a otra persona crea un enlace kármico entre esa persona y tú. También existe una gran posibilidad de que absorbas más responsabilidad kármica que la otra persona debido a tu intento de devolver un daño mayor que el daño que te fue enviado, en lugar de limitarte a protegerte.
En último término, te corresponde a ti la responsabili­dad de no permitir que te llenen de «basura psíquica» o te conviertan en víctima. De modo que, si tienes un proble­ma relacionado con tus límites, necesitas conocer los lí­mites saludables en lugar de culpar a otros de verter algo en ti y castigarlos por ello. Esto de ningún modo niega a la otra persona su responsabilidad de aprender a no hacer daño. Todos somos responsables del efecto que provoca­mos en otros, eso forma parte de estar en un planeta en el que hemos aceptado la creación compartida. Lo que esto significa es que eres responsable de eliminar de ti el mal sin dañar por ello a nadie siempre que esto sea posible. El uso de rosas será un modo muy efectivo de asumir este tipo de responsabilidades.


A continuación sigue el primer ejercicio para el uso de rosas:

1. Cierra los ojos y conéctate a la tierra.
2. Comprueba el aura y expándela 60 o 90 centímetros alrededor del cuerpo en todas direcciones.
3. Comprueba los colores de los límites y haz los ajus­tes necesarios.
4. Visualiza en el aura y delante de los ojos una rosa abierta de cualquier color. Sigue visualizándola hasta que parezca real. Trata de verla o imaginarla con el mayor detalle posible.
5. Expulsa a la rosa fuera del aura y haz que desaparezca (que se disuelva o explote desintegrándose).
6. Ahora crea una rosa en el centro de la cabeza. Haz que absorba la energía de otras personas que pudiera ha­ber allí. Prolonga la visión de la rosa dentro de la cabeza unos treinta segundos.
7. Expulsa la rosa de la cabeza y del aura y haz que desparezca.
8. Ahora crea una rosa en el exterior del aura enfrente de ti.
9. Piensa en alguien con quien hayas tenido un proble­ma reciente o con quien te sientas mal. Trata de ver el rostro de esta persona en la rosa y pide a la flor que despeje los pensamientos negativos que tengas sobre esa persona o de aquella energía suya que pueda haber en ti.
10. No dejes de mirar a la rosa durante unos treinta se­gundos. Puede que veas que se cierra del modo como algunas flores lo hacen por la noche. Esto indica que la rosa absorbe algo.
11. Haz que la rosa se eleve por encima de tu casa y disuélvela.
12. Si esta última rosa se ha cerrado del todo, indicando que ha absorbido mucha energía de la persona elegi­da, crea una nueva en el exterior del aura con la imagen de la misma persona. Sigue mirándola hasta que esta rosa se llene completamente o deje de cerrarse cuando quede parcialmente llena de la energía de la persona o de tus pensamientos negativos sobre esa persona, (lo primero que ocurra).
13. Coloca de nuevo la rosa por encima de tu casa y haz que desaparezca.
14. Opcional: Si la última rosa se ha llenado del todo, puedes continuar el proceso de crear y disolver rosas con la imagen de esta persona hasta que una rosa no se vea afectada durante diez segundos. Entonces sabrás que has liberado la mayor cantidad de energía posible relativa a esa persona en este momento.

(En el empleo de rosas para liberar energías hay que ser creativos. Aquí se dan ejemplos de su uso, pero una vez que te familiarices con estos ejercicios podrás crear tus propias formas de emplear las rosas. La esencia del trabajo es que la imagen de la rosa creada en tu mente con la intención enfocada absorbe las energías densas y luego elevas y disuelves la rosa, neutralizando así la energía. Esa es la base.)


Las rosas también se pueden usar para despejar asun­tos problemáticos de la vida. Para despejar miedos, por ejemplo. Colocas ‘el miedo’ que tienes dentro de una rosa fuera de tu aura, y la disuelves como ya se ha explicado.

(También puedes colocar una rosa en cada riñón, que es donde, según la milenaria medicina china, se alojan los miedos, y luego disolver ambas rosas como se explicó, es decir, elevándolas fuera del aura y desintegrándolas. Para extraer la ira reprimida puedes colocar una rosa en el hígado y desintegrarla, y repetir el procedimiento cuantas veces sea necesario. Puede que sea necesario insistir durante días, meses, o más, dependiendo de la gravedad. Para disolver ansiedad y preocupación hacer lo mismo colocando rosas en el estómago, y disolviéndolas. Para la pena, la tristeza y la depresión las rosas deben colocarse dentro del pecho, timo y corazón, y disolverlas luego).

Otro modo de usar rosas en asuntos vitales es crear un símbolo o una imagen para el problema en cuestión. Por ejemplo, si te cuesta mucho confiar incluso en personas dignas de confianza, imagina un símbolo o una imagen que represente desconfianza. Imagina incluso la palabra desconfianza en letras grandes y utilízala como símbolo. Usarás el símbolo en la liberación de imágenes, emocio­nes, u otras energías bloqueadas relativas a tu desconfian­za.
Después puedes sentarte y hacer fluir energía mientras sigues soplando rosas con el símbolo dentro, hasta que las rosas dejen de llenarse de energía mal equilibrada. Hacer fluir energía al soplar las rosas te ayuda a liberar las energías bloqueadas contenidas en los chakras relaciona­dos con el asunto en cuestión.


El ejercicio siguiente es un modo de usar rosas para el despejamiento:

1. Cierra los ojos. Conéctate a la tierra y haz los ajus­tes de aura precisos.
2. Visualiza al sol cósmico de oro sobre ti (a unos 80 cm sobre tu cabeza) y haz fluir la luz dorada a lo largo de los canales (descendente y ascendente) de la columna, como se describe en el capítulo anterior (Ver “Ejercicios de Luz. 1° Parte”). Cuando esta luz fluya plenamente, ponla en Automático.
3. Extrae energía de la tierra a través de los pies y las piernas y deja que se fusione con la luz dorada y que suba por la columna y salga por los brazos y la cabeza. Cuando fluya suave y completamente, ponla también en Auto­mático.
4. Deja que las energías cósmicas y terrestres sigan fluyendo mientras dure la sesión de despejamiento. Pien­sa en algo que quieras tratar, por ejemplo, un vicio como ‘morderse las uñas’ o ‘fumar’. También puede ser una actitud o una tendencia emocional, como inseguridad, culpabilidad, victimismo, desconfianza, vergüenza o mie­do a las arañas. Sea lo que sea, imagina un símbolo para el problema.
5. Crea en el exterior del aura la rosa del color que te venga a la mente y coloca el símbolo dentro de la rosa.
6. Respira profundamente para favorecer la liberación mientras miras a la rosa. Una vez llena de la energía libe­rada relativa a tu problema particular, disuélvela.
7. Continúa soplando rosas con el símbolo escogido en su interior, creándolas y disolviéndolas en el exterior del aura, hasta que la última rosa no se vea afectada du­rante al menos diez segundos. Luego disuelve esa rosa.
8. Continúa canalizando energía y meditando o abre los ojos para finalizar.


Un último uso de las rosas es la autoprotección.

Las rosas se pueden mantener en el exterior del aura con un tallo que las conecte a la superficie de la tierra en todo momento para alejar influencias no deseadas y definir tus límites. Tenderán a absorber energías perdidas y extrañas a tu alrededor impidiendo así que entren en el aura. Las rosas de los límites no se ocuparán de todo, pero ayudarán mucho.
Puedes tener una rosa gigante enraizada en la superfi­cie de la tierra delante del aura. O preferir cinco rosas en el exterior del aura: una delante de ti, una detrás de la espalda, una a cada lado y una encima de la cabeza.
El cordón de conexión a la tierra se ocupa de proteger tu extremo inferior.

 Evita cualquier tendencia a usar estas rosas de un modo paranoico (u obsesivo). No se trata de un recurso a utilizar porque «alguien» vaya a por ti. Esta técnica no es más que un recurso para ayudar a responsabilizarte perso­nalmente de tus límites y tus opciones. Es especialmente útil si eres muy sensible o tienes antecedentes de ser una ‘esponja psíquica’.
Puede que durante el mero proceso de colocar las ro­sas en los cinco puntos del exterior inmediato del aura encuentres que no dominas su parte posterior. En otras palabras, la parte posterior del aura puede encontrarse muy disipada o puedes tener menos conciencia de ella que del resto del aura. Tener paciencia para visualizar una rosa allí y para sentir el espacio entre tu cuerpo y la rosa fortalece de modo natural esa parte de tu aura y te hace que la espalda sea menos susceptible a invasiones e inclu­so a daños psíquicos.


Veamos con más detalle cómo establecer rosas en los límites para protección:

1. Tras cerrar los ojos, conéctate a la tierra y ajusta el aura cuanto necesites.
2. Visualiza una rosa de cualquier tamaño y color que te parezca bien y colócala en el exterior del aura delante de ti. Trata de verla en detalle.
3. Imagina la rosa unida a un tallo enraizado en la tierra. Haz que la rosa permanezca allí hasta que la disuel­vas de modo consciente.
4. Visualiza otra rosa en el exterior izquierdo del aura.
5. Coloca también un tallo con raíz en esta rosa y de nuevo haz que permanezca allí hasta que la disuelvas.
6. Ahora coloca una rosa enraizada a la derecha en el exterior del aura. De igual modo haz que permanezca allí.
7. Coloca otra rosa sobre la cabeza y en el exterior del aura. De nuevo haz que tenga tallo y raíz y que se quede allí hasta que la retires.
8. Finalmente, visualiza una rosa con tallo en el exte­rior del aura detrás de la espalda. Si es necesario, utiliza la respiración y haz que el aura se extienda y se fortalezca por detrás unos 20 o 30 centímetros. Haz también que esta rosa se quede hasta que vuelvas a ella.
9. A fin de reforzar la efectividad del intento, disuelve cada rosa y cada tallo en el orden que las creaste. Luego repite los pasos desde el 2 hasta el 8 para darte rosas nuevas en los cinco puntos. Si necesitas repetir los pasos unas cuantas veces para que las rosas parezcan más reales, hazlo ahora.
10. Cuando acabes, deja las rosas en su sitio hasta que vayas a la cama. Al irte a la cama, mira si las rosas aún pa­recen frescas, si se han cerrado o si parecen marchitas. Su estado será un buen indicador de lo que han estado ha­ciendo a tu favor. Una vez hechas estas observaciones, repite de nuevo los pasos, primero disuelves las rosas existentes y luego colocas unas nuevas.

Cuando empieces a utilizar rosas alrededor del aura se recomienda que las disuelvas y coloques otras nuevas al menos dos veces al día durante unos días hasta que permanezcan intactas en el momento de comprobarlas. Aho­ra yo sólo cambio mis rosas del aura alrededor de una a dos veces por semana, aunque al principio solían llenarse de energía extraña y hacía falta reemplazarlas al menos diariamente. Descubre tus propios requisitos personales experimentando.



Despejamiento de los chakras

Este proceso utiliza un modo avanzado de la técnica de despejamiento de la ruta espinal para hacer fluir energías cósmicas y terrestres mostrada en el capítulo anterior (la 1° parte). Básicamente, puedes dirigir conscientemente el flujo de estas dos energías a lo largo del canal de la columna por delante y detrás de cada chakra empezando con la coronilla y descendiendo hasta el primer chakra o de la raíz. Esto irriga los chakras y les da energía de un modo mucho más efectivo que el simple flujo de energías a través de la columna.
Esta técnica puede hacer que se sientan y se liberen emociones. Puede que experimentes mucho calor o movi­miento de energía durante el proceso. O puede que notes la experiencia profundamente reconfortante, relajante y refrescante. Respirar en profundidad hacia las áreas en las que sientas intensidad o contracción pronto aliviará cual­quier incomodidad, o bien provocará la liberación de las emociones. Si notas que el proceso tiene cierta intensidad, llega sólo hasta donde te parezca bien. Por ejemplo, si te empiezas a sentir un poco consumido o sobrecargado des­pués de despejar sólo dos o tres chakras, déjalo en ese momento. Puedes seguir donde lo dejaste más tarde, ese día o al siguiente.
En general, se recomienda que utilices esta técnica sólo una o dos veces por semana a no ser que se te guíe claramente en sentido contrario. Aunque te resulte agradable y te produzca un efecto calmante, el despejamiento y la sanación continuarán después de la meditación. En­cuentra el ritmo y el paso adecuados y disfruta.


Procede de la siguiente manera para despejar los chakras:

1. Conéctate a la tierra.
2. Extiende el aura y comprueba los colores de los límites (visualizando el ‘ovoide’ o ‘esfera’ áurica luminosa y uniforme).
3. Comprueba y reemplaza las rosas de los límites en las zonas anterior, posterior, superior, izquierda y derecha de ti (si es que estas empleando el método de protección del aura con rosas).
4. Coloca el sol dorado sobre la cabeza y haz fluir la energía por la columna en sentido descendente y luego en ascendente. Recuerda que un 10% baja por el ‘cordón de conexión a la tierra’ a través de la base de la columna y el resto sube de nuevo por la parte anterior del tórax. En la garganta la energía restante se divide en tres partes iguales que fluyen por los brazos y por encima de la cabeza. Cuando fluya suave y plenamente, ponla en “Automático”.
5. Ahora invoca y haz fluir la energía terrestre a través de los pies hasta la altura del primer chakra. Se fusionará con la luz dorada en el primer chakra y la mezcla fluirá hacia arriba. Coloca el flujo de energía terrestre en ‘Auto­mático’.
6. Ahora coloca “un manto de rosas” alrededor del aura para que absorba aquello que se libere. Esto evitará que las energías liberadas se queden en el campo áurico.
7. La coronilla, o séptimo chakra, gira en la parte su­perior de la cabeza y no tiene lado posterior. Haz fluir la fusión de energías dorada y terrestre a través de este chakra para que irrigue, despeje y fortalezca su flujo. Normal­mente basta con hacerlo uno o dos minutos.
8. Cierra el flujo hacia la coronilla y haz fluir las energías a través de las partes anterior y posterior del tercer ojo o sexto chakra. De nuevo, de uno a dos minutos es suficiente.
9. Cierra el flujo hacia el tercer ojo y haz que la combinación de energía descienda por el chakra de la garganta, componiendo la misma pauta de flujo por delan­te y por detrás. Después de uno o dos minutos, apágalo.
10. Lleva la fusión de luz dorada y energía terrestre al cuarto chakra o del corazón en el centro del pecho. Dirige la energía hacia las partes anterior y posterior de este chakra igual que en los anteriores. Después de uno o dos minutos, cierra el flujo al chakra del corazón.
11. Repite el mismo proceso para las partes anterior y posterior del tercer chakra (umbilical o plexo solar). Cierra el flujo después de uno o dos minutos y continúa.
12. Ahora haz fluir la mezcla de energías a través de las partes anterior y posterior del segundo chakra o centro sacro. Este chakra se encuentra dentro del cuerpo, a la altura del sacro (por detrás) y el pubis (por delante). Después de uno a dos minutos, apaga el flujo de energía.
13. Haz fluir las energías terrestres y cósmicas para que salgan por el primer chakra en la base de la columna. Igual que el chakra de la coronilla, no tiene parte posterior porque gira hacia abajo entre las piernas con su abertura apuntando hacia la tierra. Transcurridos uno o dos minu­tos, apaga el flujo en este chakra y reanuda el flujo normal de energía sólo a lo largo de la ruta espinal y los cana­les de los brazos.
14. Retira el manto de rosas que te rodea el aura y lo elevas sobre tu casa haciéndolo estallar; así se disuelve (neutralizándose las energías absorbidas).
15. Si deseas continuar meditando, usa tu propio jui­cio y decide si deseas seguir haciendo fluir energía de modo automático o cambiar a manual, lo que permite el apagado.
16. Al terminar abre los ojos y puedes «inclinarte para descargar» con las palmas sobre el piso, si lo sientes necesario.


(Estos ejercicios se basaron en el sistema de chakras, pero hay que tomar en cuenta que existen seres humanos en los cuales ya se está instalando un sistema energético nuevo, que está reemplazando al de los conocidos y milenarios ‘chakras’. En la actualidad, en muchos seres humanos se activan nuevos centros energéticos y otros que estaban vigentes van perdiendo su actividad siendo sintetizados y/o reemplazados. Todo obedece a la formación de una nueva raza de hombres, lo cual está en proceso. A quien le interese, puede investigar el “Sistema del Consciente Derecho”).



(“Autosanación y Despejamiento” continuará en la 3° parte)





No hay comentarios.:

Publicar un comentario