Ejercicios básicos de un arte japonés de sanación, “Jin
Shin Jyutsu”. Una forma simple y eficaz de auto-tratarse los ‘meridianos’ o ‘flujos
de energía’ del cuerpo vital.
JIN SHIN JYUTSU es un arte de sanación de origen japonés
(aunque con raíz china), que consta de técnicas variadas para tratar los flujos
de energía del cuerpo, llamados también “meridianos”, para sanar así dolencias
físicas, emocionales y mentales.
Aquí solo damos una de
esas técnicas, la más sencilla, que consta de tratamientos
energético-reflexológicos en las manos, pero no por ser simple, es menos
eficaz.
Compruébelo usted
mismo.
Tratamientos
a través de los dedos y las palmas de las manos
Cada uno de los dedos y
palmas de las manos están relacionados con un tipo particular de emoción y con
un par de flujos energéticos (meridianos),
de los 12 principales que en pares simétricos recorren el cuerpo vital.
En la filosofía
milenaria de la India a estos flujos energéticos se le llaman “nadis”, y se
dice que hay miles de nadis que recorren el cuerpo etérico o cuerpo vital del
ser humano; sería un sistema similar al complejo sistema nervioso del cuerpo
físico, pero es de materia etérica, invisible al ordinario sentido de la vista,
y no tiene correspondencia (aunque en varias partes pueden coincidir) con el
recorrido del sistema nervioso.
El principal de estos
conductos de “energía vital” (prana, chi o ki) es el que enhebra a la columna
vertebral. En ese conducto ‘descendente-ascendente’ es donde están ubicados los
conocidos “chakras” en distintos plexos del cuerpo. En China a esos conductos
de energía se les llama “meridianos” y se consideran los más importantes al conducto central (que en realidad son dos, uno
que recorre la columna por detrás y otro que la recorre por delante) y 12 pares
de meridianos que, en forma simétrica recorren ambos lados del cuerpo humano
entrecruzándose de diferentes maneras. Existen muchos más meridianos, pero
estos son los que en medicina china se tratan para armonización y sanación (con
acupuntura y moksha, o con digitopuntura, auriculopuntura, etc.).
En Japón fue Jiro Murai
quien practicó y difundió el método que, con raíces en el conocimiento
milenario chino, tomo nueva vida y forma; simplificando la gran complejidad de
la acupuntura china, y utilizando solo las manos para los tratamientos y
autotratamientos.
En este espacio no
vamos a explayarnos en todas las técnicas y tratamientos de este arte, sino que
daremos las bases más simples para el “autotratamiento”, que veremos a
continuación.
El reequilibrio para
volver a la armonía con el Ser Interno es lo que aquí nos importa.
Cada uno de nuestros
dedos afecta a 14.400 funciones corporales, por lo cual los beneficios son
múltiples. Los tratamientos consisten en tomar con una de las manos un dedo de
la otra mano (o más de uno al mismo tiempo) para tratar el desequilibrio de la
emoción y los flujos que corresponden a dicho dedo, y mantener esa posición varios
minutos (hasta 20, o más en cada posición si fuese necesario, ante un cuadro
severo).
Durante la práctica
usted podrá sentir cómo corre la energía a través de la posición reflexológica
de las manos. Se puede sentir un leve ‘cosquilleo’, vibración, o calor; también
se puede sentir una
sensación de “zumbido”. Si no se siente nada, no
significa que la energía no esté fluyendo, sino que el umbral de percepción en
ese momento no permite sentir el flujo.
Cuando entra la energía
vital (KI) y se liberan tensiones e impurezas energéticas puede entrar sueño,
cansancio, bostezos, y/ó brotar lágrimas y necesidad de grandes suspiros.
También se puede sentir que llega una sensación de agradable paz interior. En
ocasiones, como el flujo del Ki o Chi purifica el organismo, se puede
incrementar la frecuencia de ir a orinar. Todo esto es natural.
A continuación se
detalla este conocimiento.
Centro
de la palma:
Función: Fuente de vida.
Flujos: Diafragma (o ‘Circulación sexo’) y
Ombligo (‘Triple Función’).
Emoción:
Desaliento total, depresión.
Al tratamiento en las
palmas de las manos se le llama “el armonizador total”. Revitaliza todo el ser.
El tratamiento sobre la
palma de las manos armoniza en especial todas las funciones relacionadas a la
zona umbilical, y revierte la debilidad y el decaimiento emocional. Conflictos
emocionales profundos y existenciales desequilibran esta profundidad.
Para equilibrar esta profundidad realizar un ‘puente de
transmisión’ entre las yemas de los dedos de una mano y la palma de la otra
mano, es decir, colocar las manos de manera que las yemas de los dedos de
una mano se apoyen sobre la palma de la otra mano. Luego de unos minutos
cambiar de posición justamente a la inversa, para que el tratamiento fluya por
unos minutos a través de ambas palmas. También se puede realizar de manera que
las yemas de los dedos de cada mano toquen al mismo tiempo las palmas (quedando
las manos enfrentadas y en dirección opuesta). Mientras permanecemos en esa
posición respirar profunda y tranquilamente, relajados. También se puede hacer el contacto entre
ambas palmas directamente (como en posición de rezar). Cualquiera de estas
formas es correcta y efectiva.
El tratamiento puede
durar entre 3 y 10 minutos en cada mano (o con ambas juntas), según la
necesidad energética.
Dedo
pulgar:
Función:
Superficie de la piel; (incluidos boca y dientes)
Flujos: Estómago y Bazo-Páncreas.
Emoción: Preocupación,
ansiedad.
Existen cualidades
auténticas del Ser, que no tienen opuesto, porque forman parte de la
Inmutabilidad del Ser. Una de estas cualidades es la PAZ, otras el Amor, y la
Alegría. El verdadero Amor no tiene opuesto, no puede tornarse en odio; siendo
el odio una forma de desarmonía (astral) entre los vehículos inferiores y el
Ser. El Amor es Búdico, no astral, aunque puede reflejarse en emociones
vibracionalmente elevadas. La Paz tampoco tiene opuesto, y cuando se pierde (o
mejor dicho, no se siente) la Paz es debido también a una desarmonía en la
conciencia (de la personalidad), la cual se encuentra temporariamente
desalineada o en desconexión con el Ser profundo. La falta de Paz, debido a
excesiva preocupación, afecta al estómago y al bazo-páncreas, y puede
reequilibrarse como sigue:
Para equilibrar las
emociones, revirtiendo el estado de preocupación o los problemas de
alimentación (digestión) y/ó en la piel, hacer un puente de transmisión
simplemente tomando el pulgar de una mano con la otra mano; suavemente, sin
apretar, solo sosteniéndolo y rodeándolo, durante unos minutos. Luego cambiar
de posición tomando el pulgar de la otra mano. Cada tanto es útil acompañar con
respiraciones hondas.
Dedo
anular:
Función: Piel profunda.
Flujos: Pulmones
e Intestino Grueso.
Emoción: Tristeza, aflicción, pena.
Todos los tumores y
cánceres tienen su origen en una desarmonía de estos flujos (meridianos del
pulmón y del intestino grueso).
Para las emociones,
afectadas por aflicción y tristeza, tomar el dedo anular de una de las manos
con la otra mano (rodeándolo por completo), luego cambiar al anular de la otra
mano. Mantener las posiciones reflexológicas durante varios minutos, hasta
percibir que la corriente del Ki (vibración, calor) se ha detenido, o hasta
sentir que ya se puede cambiar de posición.
Dedo
medio:
Función: La sangre.
Flujos: Hígado y Vesícula Biliar.
Emoción:
Ira, cólera.
La sangre se relaciona con
la energía de la alegría. Corrientemente se piensa que el opuesto de la alegría
es la tristeza y/o la ira, pero esto es un error. La verdadera ‘Alegría’ no
tiene opuesto, porque es una energía auténtica del Ser Interno, y el Ser es
inmutable. Cuando se pierde la alegría es porque algún desequilibrio energético
en el cuerpo vital ha ocurrido, tal vez producido por alguna astralidad
(emoción). Las astralidades densas desalojan la alegría natural, que es
expresión del Ser, y para recuperarla hay que rearmonizar los flujos, volviendo
a la alineación interna con el Ser profundo.
Para equilibrar las
emociones relacionadas a estos flujos, tomar el dedo medio rodeándolo con la
otra mano; permanecer unos minutos en esa posición, y luego cambiar de posición
(al dedo medio de la otra mano). Mantener en calma durante unos cuantos
minutos.
Dedo
índice:
Función: Sistema muscular.
Flujos: Riñones y Vejiga.
Emoción:
Miedo.
Para equilibrar las
emociones, superando el miedo, tomar el dedo índice rodeándolo suavemente con
la otra mano y permanecer entre 5 a 10 minutos en esa posición, o hasta sentir
“unos latidos” (que a veces se pueden sentir) o al sentir que la circulación
energética se calma (o simplemente “sentir” que ya hay que cambiar de
posición).
Dedo
meñique:
Función: Esqueleto.
Flujos: Corazón
e Intestino Delgado.
Emoción: Pretensión, (Disconformidad crónica,
egoidad, ‘pretender ser’).
El sentimiento de
disconformidad permanente esconde una falta de aceptación de sí mismo y/o una
falta de aceptación de los procesos naturales de la vida. La cura más profunda
en tal sentido sería adquirir ‘Sabiduría’, pues con ello la aceptación del ‘sí
mismo’ y de los procesos de la vida sería total. Pero mientras esta Sabiduría
se hace esperar, se pueden tratar los desequilibrios en estos 2 flujos,
reequilibrando el flujo de energía vital (Ki) y recuperando la armonía. Habrá
que hacerlo cada vez que se caiga en desarmonía, ya que el equilibrio más
estable y perdurable se logra al entrar en comunión más firme con el Ser
profundo, lo cual depende de la maduración del alma.
Para realizar el
tratamiento proceder tomando cada dedo meñique, como en los ejemplos
anteriores, y permaneciendo en las posiciones reflexológicas durante unos
cuantos minutos.
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Se recuerda que se pueden tratar más
de un dedo al mismo tiempo, siempre que sean contiguos. Por ejemplo, para
tratar las emociones de miedo e ira simultáneamente, tomar con una mano los
dedos ‘índice y medio’ de la otra mano, rodeándolos por completo. Permanecer
unos minutos así, en quietud y relajación, en actitud de descanso, con
respiraciones conscientes. Luego cambiar la posición de las manos, para
completar el tratamiento en los flujos de ambas manos.
Esta técnica simple es muy útil para
ayudar a equilibrar las energías etéricas y astrales del cuerpo. Se recomienda
practicar con paciencia, cada día. Música de fondo durante la práctica, o
inclusive ver algún video tranquilo, que no requiera de especial atención,
puede servir de fondo mientras se practican los ejercicios reflexológicos
terapéuticos.
Estas técnicas no reemplazan la
meditación ni a otras técnicas diferentes. Se comparten aquí como una manera
más de equilibrio y sanación, y como ayuda a la alineación interna de los
vehículos inferiores. Con las practicas perseverantes de estas técnicas
reflexológicas pueden mejorar y hasta sanar dolencias físicas correspondientes
a los órganos con que están relacionados cada flujo o meridiano.
Aclaración: Esta Enseñanza será efectiva para
todos los seres humanos (la mayoría) que posean un cuerpo etérico original, con
su meridiano central y sus 12 pares de meridianos, bien conocidos por la
medicina china. La gran mayoría de los seres humanos poseen un cuerpo vital de
ese tipo, pero existen humanos que están atravesando por un proceso de cambios
vitales y energéticos, en quienes el cuerpo etérico ya no es el mismo. En ellos
estos ejercicios no serán necesarios. Quienes estén atravesando por tales
cambios (de orden genético-energético), ya lo saben, o lo intuirán.
A.B.
Existen tratamientos mucho más
complejos y específicos de este arte de sanación japonés. Aquí solo se dieron
pautas para autoayuda y armonización para los que están en el camino interior.
Más información de las técnicas de
Jin Shin Jyutsu en:
“El
Toque Sanador”; libro de Alice Burmeister y Tom Monte.
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