Buen
día hermanos. Mi nombre es Alexis B. (pseudónimo). Soy el escriba de EISA; esas
siglas significan: ‘Escuela
Iniciática Solar de las Almas’ ( https://escuela-de-las-almas.blogspot.com.ar ). En esta oportunidad es mi intención
hacer llegar a los Estudiantes una respuesta que dimanó en forma de escritura
desde mi Ser Interno al preguntarme sobre el tema de ‘los estigmatizados’ a lo
largo de la historia de la cristiandad.
Durante años
he creído (aunque sin certezas…) que los estigmas serían señales del cielo, un
tipo especial de signo espiritual. Pero en mi camino interno yo no dependía de
dogmas ni de ese tipo de signos o señales ‘místicas’, solo lo observaba…, sin
dejarme seducir ni atraer; había algo en mí que rechazaba la imagen de los
estigmatizados (aunque en aquel momento no sabía qué era…). Era algo ambiguo,
ya que, por ejemplo, simpatizaba con el Padre Pío de Pietrelcina, con su
persona, su entrega y su obra, pero lo de sus estigmas “me hacía ruido”…
Finalmente
mi Ser Interno me fue conduciendo a ver la verdad sobre estos temas que han
tenido hipnotizada a gran parte de la población mundial bajo la forma de
creencias religiosas y “dogmas de fe”… En la antigüedad los que se atrevían a
cuestionar las ideas teológicas de la Iglesia podían ser perseguidos,
encarcelados y a veces hasta torturados y matados, tan solo por atreverse a
“cuestionar” lo establecido desde la autoridad eclesiástica usando la facultad
de la razón.
Pero…, como
no quiero aburrir a nadie con detalles de “mi camino”…, vayamos directamente al
punto. Mi pregunta a mi contacto interior fue la siguiente:
- ¿De dónde vienen los estigmas? (en las manos y a veces
también en los pies, costado del tórax y cabeza…) ¿Por qué se producen?
Y la
respuesta fue la siguiente:
- Son callosidades generadas por la mentalidad
mística-mesiánica de algunos fieles de línea cristiana (especialmente
católicos), los cuales tienen gran poder mental para la manifestación, del cual
ellos son inconscientes.
Ellos mismos se generan las heridas de la
crucifixión. No son “signos celestes” ni mucho menos. El sufrimiento se ha
transformado en un símbolo lastimosa y desgraciadamente ‘idealizado’ en la
cultura occidental, asociado al verdadero MENSAJE SOLAR que vinieron a entregar
almas maduras y luminosas conocidas como “profetas”, siendo el principal Jesús
(Isa).
Ya
hemos explicado que Jesús no fue crucificado, y que esa historia
cruel fue inventada y acuñada por los clérigos de la cumbre eclesiástica
(influidos por el Maligno) para atraer seguidores a la Iglesia y mantenerlos
sometidos con la creencia en el sufrimiento como necesario para la iluminación,
la cristificación y para “llegar a Dios”. Millones de conciencias fueron así
engañadas…, y el engaño aún hoy perdura.
Si
bien es cierto que el sufrir forma parte de ciertas experiencias asociadas a
los efectos del mal karma, sufrir no es “el camino”, aunque eso fue lo que
intentaron imponer como dogma de fe en el cristianismo eclesiástico.
“El
Camino” es la Verdad, el Bien, el Perdón y la Hermandad en amor y comprensión,
no el dolor. Este último no es el camino sino lo que hay que aprender a superar
mediante la purificación de los vicios y la vida recta a todo nivel (correcto
pensamiento, sentimiento y acción). ‘El dolor’ no debe ser ‘un ideal’ (eso es
enfermizo…) sino aquello a trascender…
Los estigmatizados son seres
humanos profundamente condicionados por la idea del sufrimiento de Jesús en la
cruz. Han llevado ese condicionamiento (en forma de ‘skandhas’: hábitos
mentales) por más de una vida y se han enfocado tanto en ese tema, lo han hecho
tan propio (hasta convertirlo en razón de la propia existencia…), que lograron
manifestarlo en sí mismos – Un recordatorio del gran poder de la mente cuando
se concentra a través del tiempo en forma sostenida…
Sin
embargo, en el fondo de la vida de estos místicos “el Mensaje esencial”, la
Enseñanza de Vida, ha logrado subsistir. En ellos se da la curiosa combinación entre ‘el culto al sufrimiento’ y ‘el mensaje
de Vida y Luz’, cosas que son, en realidad, opuestas, pero en ellos han logrado
coexistir y permanecer esas dicotomías. En la lucha interna entre ambas
vibraciones finalmente logra vencer el Amor, superando el dolor…, y cualquier
creencia en ‘el sufrimiento como camino’, entonces de desvanece… Por lo tanto,
el sendero como almas, para estos místicos cristianos, será, en vidas
subsiguientes, poder superar los espejismos e ilusiones del sufrimiento para
entrar de lleno, entonces sí…, en el MENSAJE SOLAR puro, sin manchas, que es el
Amor y la Fraternidad, en la alegría de la Inteligencia luminosa universal y la
Conciencia de Unidad.
A través de A.B.- Marzo del 2024.
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